La ropa de cama requiere especial atención a la hora del lavado y secado, sin embargo, a veces nos olvidamos que en función de la manera cómo la guardemos garantizará su durabilidad y resistencia por años. Por este motivo, hemos decidido explicar de una manera simple cómo guardar una colcha. Sigue leyendo y entérate de más.
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Todo lo que necesitas saber para guardar tus colchas
Guardar las colchas, como seguramente ya sabes, permite que los textiles duren más tiempo, conserven sus colores y sedosidad, y sirvan de elemento decorativo las veces que lo desees. El proceso de guardado de las colchas amerita el cumplimiento de una serie de etapas previas que en suma mejorarán y prolongarán la vida útil de la pieza. Los cambios de estación, la proliferación de insectos y la calidad de las telas son algunos de los factores que inciden en la manera cómo guardar las colchas resulte un proceso eficiente.
Sobre las etapas que anteceden al guardado de la colcha, es esencial considerar que no todos estos accesorios tienen la misma calidad. Una colcha que tiene más de 10 años requiere más atención y cuidado que una colcha recién comprada. Además, las fibras juegan un papel importante en el proceso de lavado y secado de estas prendas. Las fibras de algodón y poliéster son perfectas porque siempre se mantienen suaves y el lavado es súper simple, lo hagas a máquina o a mano.
Ahora bien, si hablamos de los elementos externos, aquellos que no dependen de la colcha en sí misma, seguramente encontraremos que los factores como la temperatura y la humedad deciden en el corto y mediano plazo que una pieza se deteriore más o menos rápido. Aunque en un primer momento, pudiera no apreciarse su relación con el eficiente guardado de la colcha, lo cierto es que son determinantes para que un accesorio como éste dure más tiempo estando almacenado en el closet o armario.
Afortunadamente, en la actualidad contamos con diferentes formas de almacenaje que protegen muy bien las colchas del desgaste producido por las condiciones del lugar, los tipos de muebles y las diferentes formas de guardado de piezas. En ocasiones, guardar las colchas en el armario no es tan efectivo, sobre todo si deseamos que duren mucho tiempo. Muchas estructuras como el closet pueden estar a merced de plagas como polillas y otros insectos sin que nosotros nos percatemos. Además, ciertas maderas resultan nocivas para el tipo de tela de las colchas, tienden a desmejorarlas y dañarlas con el paso del tiempo.
Por otro lado, ciertos detergentes y jabones que usamos con frecuencia no son tan inocuos como pensamos y terminan deteriorando la colcha sin darnos cuenta. La lejía, la temperatura del agua, e incluso la calidad del agua con la que lavamos la ropa de cama pudieran estar dañando las piezas. Así que por más que intentemos guardarlas correctamente, cuando decidimos sacarlas del closet nos llevamos una triste sorpresa.
Finalmente, las técnicas de doblado de colchas, que hemos visto en otro artículo, pueden prolongar la vida de las colchas, pero en algunos casos (sobre todo cuando enrollamos la pieza) pudiera ser contraproducente, puesto que dañan las fibras de manera más rápida. Por esta razón, la forma cómo doblemos las colchas antes de guardarlas suele tener un impacto mayor en la durabilidad de la colcha. De aquí que, conviene conocer la edad de nuestras colchas para proveer el mantenimiento y cuidado adecuado.
Guardar colchas doblada
Empezaremos este apartado indicando que la técnica de doblado de la colcha influye en buena manera en la calidad del guardado y favorece que la pieza sea utilizada muchas veces con el paso del tiempo. En este sentido, guardar colchas dobladas suele ser el método más común que todos hemos venido utilizando, muchas veces heredado de nuestros padres y abuelos.
No hay más práctico que coger una colcha, extenderla en una superficie lisa, como el piso o la misma cama, para empezar a doblar una o dos veces antes de guardarla en el closet o armario. La forma de doblado de la colcha garantizará que dure más o menos tiempo, por ello debemos tener especial cuidado cuando aplicamos estas técnicas. Doblar una colcha conserva la forma y las fibras, así que al momento de usarlas todo es cuestión de desdoblar, planchar y colocar sobre la cama, sofá o silla.
Como todos sabemos, antes de doblar y guardar la colcha, conviene limpiar la colcha de residuos, esto se puede hacer lavando a máquina la pieza y pasando la aspiradora sobre la superficie de la pieza. Una vez cumplido este paso, se procede a secar el accesorio, esto lo puedes hacer al sol o en secadora, según las características propia de la tela. En este punto hay que asegurarnos de no dejar ningún rastro de humedad o partícula de jabón en la colcha, esto sería fatal para su conservación y guardado.
Lo siguiente es doblar correctamente la colcha, doblar y guardar en el armario. En estas tres tareas, es esencial que nuestras manos estén limpias y secas, libres de grasas y otros residuos. Evidentemente, el lugar del closet que hayas seleccionado para colocar tus colchas dobladas, debe estar lejos de la luz solar directa, del frío intenso y de la humedad. En este punto, queda de tu parte apilarlas en el armario o colocarlas en su cubierta protectora y almacenar. De las cubiertas hablaremos más adelante.
¿Existe alguna desventaja con esta manera de guardar las colchas? Si no cambias de posición las colchas dobladas cada cierto tiempo, pudieran tener marcas desagradables al momento de desdoblar y tender sobre la cama u otro mueble. Por otro lado, la colcha puede coger polvo o mancharse, lo cual implicaría una labor de mantenimiento adicional y te haría perder mucho tiempo. Adicionalmente, si existe una fuente de luz natural o artificial, las colchas pudieran desteñirse sin que te percates de ello.
Cuando guardas las colchas dobladas sin mayor protección, las dejarás a merced de los insectos que pudieran deteriorar la tela significativamente, estamos hablando de polillas, hormigas u otras especies. Por otro lado, en época de calor, la sensación térmica puede deteriorar la tela y el calentamiento de la colcha generar manchas que son difíciles de quitar.
Guardar colchas en bolsas normales
Buscamos siempre conservar en buen estado la ropa de cama, por eso, guardar colchas en bolsas normales puede convertirse en tu mejor aliado para preservar las telas y los colores de las colchas. Con el asunto de las bolsas normales, hay que destacar que no todas las bolsas son útiles para resguardar las colchas. Lo que sí es un hecho es que con la bolsa está protegida del polvo y la suciedad.
Por ejemplo, las bolsas plásticas tienen algunas características que pudieran afectar la integridad de las colchas. Muchas de estas bolsas, con el paso del tiempo, pueden decolorarse y este tinte puede pasar a la colcha que se encuentra en su interior. Adicionalmente, las bolsas de plástico, pueden sufrir cambios con las variaciones de temperatura del lugar. De hecho, en las temporadas de mucho calor, este calor puede permear a la colcha y dañarla irremediablemente. Además, este calor puede hacer sudar a la bolsa y deteriorar la colcha en su interior. Si bien es cierto, la bolsa puede ser un remedio temporal, no es lo más recomendable a la hora de guardar nuestras colchas.
Por otro lado, existen cubiertas protectoras hechas de plástico que son muy prácticas a la hora de almacenar las colchas. Normalmente, cuando compramos estos accesorios, la cubierta plástica forma parte del paquete. Por este motivo, una vez que has lavado, secado y doblado la colcha, es muy buena idea colocarla dentro de la cubierta plástica y guardarla en un lugar seco y fresco.
En el mercado, no obstante, podrás encontrar bolsas hechas de algodón que sirven para guardar las colchas. Son muy económicas, amigables con el medio ambiente y previene la aparición de manchas, decoloración o insectos en el interior de la colcha. Son una alternativa excelente para mantener frescas las colchas, siempre ventiladas y protegidas de los residuos de polvo y otras partículas del ambiente.
Finalmente, las bolsas pueden ser una alternativa temporal para guardar las colchas, pero al, ser voluminosas debido al contenido, ocupan mucho espacio. Esto último puede no ser tan conveniente cuando dispones de espacio limitado en el closet, armario o almacén de tu hogar. Por otra parte, desde el punto de vista estético, probablemente eso de tener acumuladas una cierta cantidad de bolsas resguardando las colchas en su interior, pudiera lucir poco elegante, desprolijo y hasta de mal gusto.
Guardar colchas en bolsas al vacío
Otra alternativa que ha ganado muchos seguidores en todo el planeta es guardar colchas en bolsas al vacío, son súper funcionales a la hora de ganar espacio y lo más importante, mantienen las piezas en perfecto estado a pesar del paso de los años. Así, como elemento de conservación de las colchas son muy apropiadas. Como la colcha queda comprimida en el interior de la bolsa, lejos de bacterias y ácaros que pudieran perjudicar la calidad de la tela, las bolsas al vacío son perfectas. De hecho, la colcha queda protegida del polvo y ocupa poco espacio en el closet.
Esto implica que si tu armario es de plástico, madera o cualquier otro material, la colcha no se vería afectada y podrás guardarla por mucho tiempo. Con la llegada del invierno o cualquier otra estación que amerite el cambio de la lencería de cama, guardar las colchas dobladas en bolsas al vacío dejará de ser un problema. Ese espacio que te ahorras lo podrás destinar para colocar otros accesorios o tu propio outfit.
